Lola baila descalza: un manifiesto de libertad.

Por The Latin Issue, María Antonia Vallejo.

Cuando una mujer baila descalza, nace un manifiesto. Eso fue lo que sucedió en el Palacio de la Cultura de Medellín, donde Juan Pablo Socarrás y Sea Salt —la marca de swimwear de Laura Tobón— presentaron una colección que fue más que una propuesta de moda: fue una ceremonia de identidad y amor propio, una coreografía de tejidos, memorias y convicciones.

Bajo el nombre “Lola baila descalza”, esta pasarela se convirtió en un homenaje a las mujeres que caminan juntas, que se reconcilian con sus raíces y que honran la libertad desde lo cotidiano. Con cada paso descalzo, con cada pieza tejida a mano, se tejieron también narrativas de resistencia suave y belleza profunda. La puesta en escena, tan cargada de simbolismo, hizo de cada salida un acto de fe en lo artesanal, lo colectivo y lo emocional.

Este desfile fue también un punto de encuentro entre dos visiones complementarias: la sensibilidad estética de Sea Salt y la profundidad simbólica del universo Socarrás. Juntos, construyeron una colección donde los hilos no solo visten cuerpos, sino que conectan historias, memorias y afectos. Un gesto íntimo, pero con una fuerza monumental.

Como dijeron ellos mismos, esta fue una pasarela tejida desde el alma. Y en esa alma estaban las manos de artesanas, el apoyo de marcas como Don Julio, y el deseo de celebrar en el marco de Colombiamoda el poder de los rituales compartidos.

“Por amor” fue el concepto que abrazó esta colaboración. Amor por el oficio, por lo ancestral, por la creación. Y sobre todo, amor por quienes se atreven a bailar descalzas, incluso cuando el camino no está del todo claro.

Fotografías de Inexmoda.