Marc Jacobs le quita el trabajo a Anna Wintour.

Foto tomada de Vogue USA.

Marc Jacobs ha sido el encargado de dar vida a la última edición de Vogue USA, aportando su estilo distintivo y dejando una huella única. Por primera vez, Anna Wintour, editora en jefe desde 1988, permitió que un invitado tomara las decisiones creativas para la edición de diciembre, algo nunca antes visto en la versión americana de la revista. La razón detrás de esta decisión histórica, según el artículo de The New York Times, se debe a que Wintour, afectada por la tensión de las elecciones presidenciales, sintió que era un buen momento para delegar y “dar un paso atrás”.

Para su primera portada como editor invitado, Jacobs recurrió a la modelo Kaia Gerber, quien aparece con un estilo inusual y casi “caricaturesco”, rodeada de elementos de moda que reflejan la extravagancia y vitalidad de la firma Marc Jacobs. Desde proporciones exageradas hasta detalles poco convencionales, el diseñador jugó con siluetas dramáticas, complementadas con tacones altos, pestañas llamativas y uñas alegres pero completamente poco prácticas. Jacobs inicialmente propuso a Wintour que ella misma protagonizara la portada, pero ante la negativa de la editora, el diseñador decidió volcar su creatividad en una propuesta donde lo juvenil y la energía de las calles de Nueva York fueron protagonistas.

La edición incluye dos portadas: una fotografía de Steven Meisel y otra ilustración de Anna Weyant, ambas aclamadas como de las mejores en mucho tiempo. En el resto de la editorial, el espíritu de Nueva York cobra vida a través de referencias a distintos estilos de danza: el vogue, el ballet y el tango, creando una mezcla de estética y movimiento que marcó una edición de Vogue tan innovadora como arriesgada.