Bogota Fashion Week’ 25: Honest Take.
- The Latin Issue
- 2 jun
- 4 Min. de lectura

Part I
Empecé la BFW de este año con un sinsabor.
La Bogotá Fashion Week - BFW, es el programa comercial y de promoción para la moda de la Cámara de Comercio de Bogotá - CCB, que busca posicionar a Bogotá como una capital de negocios de moda en el mercado nacional e internacional. Este 2025 fue su 8va edición que se llevó a cabo, como es usual en Mayo (20-22) en el Centro de Convenciones Ágora.
Como periodista independiente y una apasionada de la moda en todos sus aspectos, este es mi 4to año cubriendo el evento para medios, también, independientes. Usualmente, el personal que se dedica a este oficio, es tratado como lo que es: Prensa. Sin importar lo grande o el renombre que tengan, toda prensa tiene un proceso propio de inscripción y tiene una entrada y un puesto especial en las pasarelas para poder cumplir con nuestra labor: Observar. Tomar notas, hacer buenas fotos y videos para llevar el contenido correspondiente a nuestros medios.
Este año este proceso lo viví de manera diferente. Llegué al evento el martes a hacer la respectiva fila para acreditarme como Prensa, igual que todos los años. Pero esta vez me dijeron que “el sistema” me había movido a Público General y que este año la inscripción como Prensa había sido por medio de los miembros de la CCB, y no por el enlace usual. Lo cual me pareció extraño ya que, de ser cierto, habrían avisado de alguna manera.
Después de esperar un rato y explicarles algunas cosas, mi trayectoria, etc., el personal hizo algunas llamadas y me dieron mi acreditación. Fui muy feliz. Sin embargo, tuve otra ocasión de decepción cuando entré a la primera pasarela. En Ferias pasadas, Prensa ha tenido un espacio estratégico para sentarse que es al final de la pasarela cerca a las cámaras del fondo y en las primeras dos filas, donde se pueden observar los detalles de las prendas, tomar buenas fotos y videos. En esta edición, a los medios nacionales, nos ubicaron en la tercera fila, junto al público general. Lugar en el que era más difícil tener este approach apropiado para un medio.
“A muchos medios los movieron a público general”, me dijeron al principio. “¿Eres medio nacional o internacional? ¿Nacional? En la tercera fila.”
Hablando con colegas periodistas y diseñadores, nos surgían muchas preguntas sobre esta situación. Queríamos saber qué se busca con esto ¿Llegar a esferas internacionales? ¿Ser más exclusivos? ¿Llegar a más gente? Pero, llegando a más gente ¿no se crea más saturación?
Solo me queda esperar que esta táctica sea para proyectar de mejor manera nuestra moda colombiana. Porque si bien es cierto que los amantes de la moda amamos que esta industria sea visible, amamos y seguimos los medios grandes de moda y adoramos cuando tiene su espacio en medios masivos de otro tipo, también es cierto que muchos detalles están en medios y periodistas más pequeños y que un medio grande o una personalidad, empezó siendo pequeña.

Part II
Me parece increíble el trabajo que hay detrás de la articulación de la Bogotá Fashion Week. Siempre destacaré las charlas que nutren y motivan a encontrar nuestro espacio en la industria, con personajes emblemáticos de la moda colombiana que la alimentan nuestra visión desde distintas aristas; como Vanessa Rosales desde la academia, Pamela García desde el styling, desde los negocios con Irma Martínez, hablar del tailoring, un tema que se ha recuperado desde la Met Gala con Faride Ramos.
Resalto el curado y amplio espectro que se muestra de nuestra colombianidad con las pasarelas.
El espacio que se creó desde la BFW’ 24 con P U E N T E, donde empresarios de San Victorino, muestran una moda muy colombiana, muy de barrio, muy del día a día. Una moda que por años no fue vista como tal y que todos los colombianos respiramos y consumimos.
La pasarela de estudiantes colombianos de Istituto Marangoni Miami, que enmarcó tendencias actuales. Uso de fabrics como el denim y lace, el color rojo tanto como protagonista como complemento. Resalto la última pasarela de Paloma Balvin, con una línea masculina estructurada, colores sobrios con negros, grises azul y morado.
Pasarelas como Bahama Mama, el resortwear en un país como Colombia no puede faltar, con prendas coloridas, versátiles que no solo son para la playa, si no para la vida en la playa y en tierra caliente.
Marcas que nos enamoran como SIxxta x Sybilla y A Modo Mio, que enmarcan un empoderamiento femenino, el primero desde volver a esa niñez y ser juguetonas y el segundo desde una fortaleza interior y de querer hacer todo A Mi Manera.
Camila Támara, una marca que por siempre ocupará un lugar en mi corazón ya que elegí vestirme de ella para mi ceremonia de grado universitario y que tuve la fortuna de que me vistiera para la Inauguración de la BFW’ 24. Siempre alegra con sus estampados sacados de la naturaleza, prendas muy femeninas y elegantes.
Adriana Santacruz, a quien tuve la fortuna de entrevistar en esta edición, una diseñadora con una visión ancestral, apasionada, que viste al cuerpo desde el alma, lo artesanal y lo contemporáneo.
Quisiera hablar de muchos otros diseñadores demasiado talentosos que tiene nuestro país, sin embargo, decido cerrar con Cubel, quien fue la última pasarela del evento. Ya con un pie en el exterior, nos mostró una colección que fusiona la ancestralidad, lo terrenal, nuestros inicios y pasado como seres humanos, con lo futurista, y desde mi visión, lo monstruoso.
Gracias nuevamente Bogotá Fashion Week por mantener vigente nuestro talento en esta bella industria.






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